viernes, 17 de marzo de 2017

Pizza casera sin amasado


¡Hola a todos!

Después de un gran parón debido al trabajo y a algún que otro puente (que ya venían haciendo falta) os traido varias recetas que tenía acumuladas y que todavía no había tenido tiempo de subir; ¡no se puede estar tan ocupada!

Esta receta en concreto me sorprendió gratamente, ya que sale una pizza crujiente pero esponjosa por dentro de los bordes y con un sabor delicioso en parte debido a la fermentación de varios días que tiene la masa, así que aprovechando que se acerca el fin de semana podéis ir probándola.

Yo no estoy en contra de las pizzas, es más, os animo a que las hagáis siempre y cuando (aquí viene el pero) durante el resto de la semana llevéis una dieta saludable; creo que no es tanto pedir; y eso sí, puestos a comer una pizza que mejor forma de que sea casera, con ingredientes de calidad, y sin dejar de lado la vida saludable.
Se me olvidaba mencionar que la receta es de Ybán Yarza de su libro Pan Casero, y que en un futuro no muy lejano será reconvertida a una base integral; veremos que tal queda!

Ingredientes para 3 bases de pizza (yo congelé el resto)


  • 525gr de Harina panificable (la normal vamos)
  • 340gr de agua
  • 20gr de aceite de oliva (cuanto más potentorro sea mejor)
  • 11gr de sal
  • 5gr de levadura fresca o 1.5gr de levadura seca para panes

Para el "relleno" yo he usado:

  • Salsa de tomate casera
  • Mozzarella de búfala
  • jamón cocido extra
  • Orégano


  1. Disuelve la levadura en el agua y añádelo al resto de ingredientes mezclándolo con la mano; la cantidad de levadura fresca es mínima, y como suele crear dudas he hecho una foto de la que necesitáis para la receta (con un cubito de 25gr necesitaremos algo menos de 1/4. El resultado es una masa pegajosa.
  2. Déjala reposar 15 min en el bol y después pásala a la mesa, simplemente hay que plegarla sobre sí misma.
  3. Después de haberla plegado unas cuantas veces (sin abusar de añadir harina), déjala reposar 5 minutos y después divide la masa en 3 partes.
  4. Guardamos cada porción hecha una bolita en un bote cerrado untado previamente en aceite, y lo dejamos de 1-3 días en la nevera fermentando (doblará su volumen)
  5. Cuando saques la masa de la nevera precalienta el horno a 250ºC mientras preparas los ingredientes.
  6. La formación de las pizzas de primeras es un poco difícil, porque para que quede la base fina y los bordes un poquito más gruesos yo opté por levantarla e ir girándola; fué un poco catástrofe pero más o menos salió.
Importante, enharina la mesa y tus propias manos porque sino se os pegará y muévela rápidamente al papel de horno; donde se pueden hacer los último retoques.

Para el relleno yo opté por hacer una salsa de tomate casera; primero pochando cebolla y luego añadiendo tomate triturado para que se hiciese poco a poco.
En caso de que esté muy ácido podéis añadirle leche.
Especias que yo utilicé; pimienta, orégano y tomillo.
Es importante que los ingredientes séan secos para que luego la masa no se quede blanda, por lo que dejaremos espesar al máximo nuestra salsa de tomate y tendremos cuidado al añadirla de no coger las zonas líquidas.



Pizza acabada antes de meterla al horno














 Como véis no necesitamos una gran cantidad de ingredientes para obtener una pizza deliciosa, sino pocos y de calidad, así tampoco se convierte en una comida muy pesada.
La verdad es que estaba increíble.
Con el resto de masa lo que hice fué darle forma y hornearla un poquito para luego dejarlas enfriar y congelarlas; la verdad es que quedan muy bien! ya he usado una y me impresionó muchísimo cómo se hinchó en el horno una vez descongelada, así ya tendréis la masa preparada y formada para cualquier otro día :)

¡Animaros a probarla y dejad de lado las compradas! 

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