¡Muy buenos días!
Han pasado ya 3 años desde que publiqué mi primera receta de una versión mucho más saludable de las típicas torrijas de Semana Santa; y aquí me hallo de nuevo versionándolas para hacerlas más sencillas que la primera versión que iban horneadas.
Desde luego, nadie hubiera imaginado por aquel entonces que este año la Semana Santa la pasaríamos todos nosotros en casa.
¿Soy la única que exigiría que el puente de la Semana Santa se posponga a Junio? ojo que no es una excusa para volver a comer torrijas, que nos conocemos.
La verdad es que nunca fue un postre que me gustase mucho. Esa sensación de morder un producto blando que rebosa aceite y que te impregna los labios de grasa siempre me ha dado mucho repelús, por no hablar del hecho de que vaya rebozado en azúcar.
Por ello, esta receta puede no gustar a los más tradicionales, pero a mí me encanta y espero que a vosotros también os guste.
Unas torrijas sin azúcar añadido, hechas con pan de calidad y con muy poca cantidad de aceite; aptas para diabéticos, personas que han reducido su consumo de azúcar y para personas que quieran comer torrijas más días (sí, las tradicionales deberían ser de consumo muy ocasional).
También es versionable para veganos, sustituyendo la leche por una bebida vegetal y el huevo por lino molido mezclado con agua o con harina de garbanzo mezclada con agua a modo de huevo batido.
Puestos a usar una bebida vegetal, yo elegiría la bebida de avena, ya que es naturalmente dulce y le dará un toque muy rico a la receta.
Yo he preparado mi propio pan brioche semi-integral, pero podéis usar una barra de pan que tengáis por casa o incluso tostadas.
Si usáis pan recién hecho o comprado, os recomiendo dejarlo cortado la noche previa para que se endurezca un poco y no se os deshaga cuando lo mojéis con la leche.
¡Vamos entonces con la receta!
Cantidades para aprox 1/2 barra de pan
- 500 ml de leche o bebida vegetal
- 1 o 2 huevos
- Ralladura de medio limón
- Una rama de canela o canela en polvo
- Edulcorante apto para cocinar (yo he usado eritritol granulado)
- Aceite de oliva virgen o virgen extra
Pasos a seguir
- La noche previa o unas horas antes de preparar nuestras torrijas, haremos la infusión de la leche con el limón y la canela.
En un cazo ponemos la leche junto con la ramita de canela (o la canela en polvo) y la piel del limón hasta que hierva.
En ese momento bajamos a fuego medio y mantenemos removiendo durante 5 minutos.
Si no tenéis claro si vuestro edulcorante resiste altas temperaturas, yo os recomendaría añadirlo una vez la mezcla esté fría, para someterlo solo a la sartén.
En un principio os va a sobrar leche, pero es mejor que sobre y que podáis guardarla en la nevera por si queréis hacer más torrijas en otro momento.
2. Batimos un huevo y comenzamos con la preparación de las torrijas en este orden:
-Remojamos por los dos lados nuestra rebanada de pan hasta que haya absorbido el
líquido y tenga una textura blanda pero sin llegar a romperse.
- Pasamos por el huevo batido por ambos lados
-En una sartén caliente antiadherente y ligeramente engrasada ponemos nuestra torrija y tras unos segundos le damos la vuelta para que el huevo se cuaje y se doren bien.
3. Para acabar, podemos espolvorearles por encima más canela y un poquito de edulcorante granulado.
Los edulcorantes son más dulces que el azúcar, por lo que deberéis echar una pizca y no rebozarlas como en el caso del azúcar, sino no os las podréis comer.
¡Y listas!
Nuestras torrijas de Semana Santa para disfrutar en la terraza, en el jardín o en nuestro salón solos o en compañía.
Mucho ánimo para todos, esto pasará.
Mientras tanto, endulzaremos de una forma más saludable estos días.